La Habana, 28 ene (Prensa Latina) El intelectual cubano Miguel Barnet nació con el don y el talento para esculpir cada palabra escrita y dicha de su mente, por eso hoy celebramos sus 84 años de intensa vida.
Con la primera habilidad se nace, viene de una gracia natural, mientras que con la segunda también, pero debe pulirse por el camino y este escritor, etnólogo, narrador, poeta y ensayista supo perfilarla muy bien.
Barnet siempre es noticia, quiere decir, en todo momento es punto de referencia; es reseña permanente en la vida cotidiana de Cuba; sin embargo, por estos meses su discurso ilustrado llena las páginas culturales de diarios y redes sociales debido, precisamente, a su entrega y trayectoria.
Fue eso lo que sucedió a principio de enero cuando recibió el Premio Nacional de Patrimonio Cultural 2023 por la Obra de Toda La Vida, un reconocimiento en el cual se incluye su labor de investigación y preservación de los valores identitarios.
Dicho nombramiento también habla de la consagración de este artista por el rescate y promoción de los elementos patrimoniales de la isla y más autóctonos de la cultura de la nación.
Con su obra «Biografía de un cimarrón», publicada en 1966, el doctor en Ciencias Históricas dio voz a los más de un millón de africanos esclavos y trasladados forzosamente a Cuba, y por el aporte de quienes en el continente protagonizaron las luchas independentistas y de resistencia cultural.
Fue fundador de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, y su presidente entre 2008 y 2019; en el Noveno Congreso de la organización (junio de 2019) fue electo su Presidente de Honor (cargo de nueva creación).
Modestia, pero certeza a la vez, es lo que prevalece en cada intervención de este poeta, y así también ocurrió hace apenas dos días cuando, al dedicarle palabras de elogio a Zaida del Río por obtener el Premio Nacional de Artes Plásticas, Barnet se refirió a la pintora como «una mujer pájaro, etérea e icónica», para distinguirla, no como una más, sino como «un despertar diario de luz en sus pupilas».
Pero cada una de estas descripciones le valen la pluma a este intelectual, incluso, para dedicárselas a su persona y expresar que un amanecer de Barnet lleva un trazo de luz en sus manos.
De cierta jocosidad imprime cada una de sus alocuciones y agradece, sin olvidar a quienes le enseñaron lo que sabe, como al maestro Argeliers León, o a María Teresa Linares.
Según sus propias palabras, no ha hecho otra cosa en su ya larga vida que indagar en los temas a los cuales «lúcidamente Fernando Ortiz llamó la cubanía», la vocación de ser cubano en su dimensión más profunda, añadió en una ocasión.
Barnet es uno de los narradores cubanos de mayor éxito internacional y su obra se encuentra traducida a varias lenguas. En 1994 obtuvo el Premio Nacional de Literatura de Cuba.
Se especializó en la investigación etnológica y en aspectos de la transculturación de las religiones de origen africano en Cuba y en el Caribe.
Escribió guiones de varios documentales cinematográficos, así como de los largometrajes cubanos »Gallego», basado en su novela homónima, y fue coguionista de »La Bella del Alhambra», premiada en el Festival de Cine de La Habana e inspirada en su novela »Canción de Rachel».
Como parte de su amplia labor investigativa, el intelectual promovió también el programa internacional la Ruta del Esclavo, denominada hoy La Ruta de las Personas Esclavizadas, de acuerdo con lo dicho en la ceremonia como la Red Internacional de la Unesco para preservar esos lugares de resistencia.